Renovación exterior de edificios, Gasto o inversión?

Dentro del conjunto de ítems que incluye los trabajos exteriores en edificios de Propiedad Horizontal, la renovación estética, es vista comúnmente como un gasto más, que no aporta en demasía a la integridad estructural del edificio ni tampoco incide directamente en la mejora individual de las distintas unidades.

Esta realidad tiene una explicación lógica , la cual  recae en la gran mayoría de los casos , en el aspecto económico, dejándose de lado este tipo de trabajos, para poder cumplimentar las demás cuestiones que refieren al mantenimiento.

Esta problemática, no solo afecta a los consorcios con menores recursos, sino también a la gran mayoría del parque edificio actual, el cual esta promediando los 40 años de antigüedad.

Cabe plantearse si el término "gasto" y su empleo en materia de tratamiento exterior de edificios no debería ser reemplazado por el de "inversión", sobretodo teniendo en cuenta que la brecha económica es a veces insignificante en relación a los beneficios que trae aparejado tanto a mediano como a corto plazo.

LA PRÁCTICA

Ahora bien, yendo a cuestiones más tangibles, los principales ítems de obra a tener en cuenta son:

  1. Pinturas y revestimientos
  2. Barandas y mamparas

Con respecto a las barandas y mamparas, ya es un tema que no interviene solamente en la estética del edificio, sino más importante aun, la seguridad de los ocupantes y terceros.

La gran mayoría cuentan con barandas de hierro, las cuales sufren la exposición a un ambiente tan nocivo como lo es el marino de nuestra región.

La corrosión de las mismas afecta, no solamente a la baranda en sí, sino a los demás componentes de la estructura del edificio (mampostería, revoques, etc.)

La madera no sale airosa frente a los agentes climáticos. Tanto el sol como la atmósfera marina se combinan en su contra, convirtiéndolas en más peligrosas aún que las metálicas al no manifestar de manera visible su deterioro.

La alternativa más conveniente no es una novedad. El aluminio se encuentra ampliamente utilizado desde hace tiempo, probando su correcto comportamiento y resistencia, además de un casi nulo gasto de mantenimiento.

Sin embargo, la clásica baranda de barrotes, no logra en la mayoría de los casos, actualizar la imagen de un edificio.

Es ahí donde interviene la combinación con placas de vidrio laminado de seguridad, las cuales ofrecen distinta variedad de tonos, opacidad y espesores, y no menos importante aun es suprimir la necesidad de emplear los clásicos suplementos de cerramiento para disminuir los espacios libres entre barrotes a manera de protección de los más chicos y mascotas.

En resumen, no se debe dejar de lado el mantenimiento constante, es una necesidad para garantizar la integridad estructural, confort, seguridad y en definitiva la rentabilidad de las unidades. Por lo tanto es de gran importancia analizar cada caso en particular, aprovechando el asesoramiento idóneo en cada materia, al momento de definir la cantidad y calidad de recursos a emplear en pos de una mejor relación costo-beneficio.

Fuente: Arq. Esteban Giangualano, en revista "Cámara de Adm de P.H. de la Provincia de Bs. As."